Así, con camisa blanca, chaqueta negra y corbata, bajándose de la cabina de una buseta, pescó nuestro reportero gráfico al ministro de Transportes Guillermo Reyes.

La escena, para muchos pasó desapercibida, precisamente porque por su coincidencial vestimenta de ese día, el señor Ministro podría confundirse fácilmente con uno de los profesionales del volante que a diario prestan su servicio en la capital boyacense.

Ocurrió el miércoles en su visita a Tunja, luego de que el titular de la Cartera del Transporte participara en un simulacro de volcamiento de un vehículo de servicio público, mientras él estaba al volante del vehículo y en el que lo que se busca es concientizar a los espectadores, sobre la importancia del cinturón de seguridad.

Pero es que no era solo la pinta del señor Ministro, también se necesita tener porte: el ceño fruncido, una mano en la cintura, mientras con la otra se sostiene de la puerta de la cabina de la buseta.

Muy bien señor ministro. Eso sí, nadie podrá decir como en muchas oportunidades: “que ese ministro no tiene ni idea de lo que habla.

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