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«Kyiv ha capturado una parte de mi corazón». El presidente de EE UU, Joe Biden, se ha convertido en el último líder extranjero en viajar a la capital de Ucrania en una visita sorpresa para reiterar su compromiso de ayuda antes del aniversario de la invasión rusa.
Prometió un nuevo paquete de ayuda militar de 500 millones de dólares y discutió otros asuntos urgentes durante una visita que Volodimir Zelenski calificó como la más importante en la historia de las relaciones bilaterales. Considerada como un gran impulso moral para Ucrania y una reprimenda a Vladimir Putin un día antes de su discurso anual, la visita, sin embargo, no se materializó en ningún nuevo anuncio sobre las tan esperadas entregas de nuevos tipos de armas solicitadas por Ucrania durante meses, sobre todo los misiles de largo alcance ATACMS o los modernos aviones de combate F-16.
Se había hablado antes de una posible reunión de los dos presidentes durante la visita anunciada de Biden a Polonia, pero su llegada a Kyiv en tren desde Polonia fue una completa sorpresa. El tráfico en el centro de la capital se detuvo por completo por la mañana en medio de estrictas medidas de seguridad e insinuaciones de funcionarios ucranianos sobre la visita del «socio más importante».
Luego se vio a Biden caminando junto a Zelenski en el centro de Kyiv con el sonido escalofriante de una alarma aérea, que comenzó cuando los aviones MiG-31k, capaces de transportar misiles rusos «Kinzhal», despegaron en Bielorrusia. Biden, con una corbata azul y amarilla, y Zelenski visitaron la Catedral Mykhailivskyi de cúpulas doradas y pasaron por el Palacio Mariinsky, la residencia oficial del presidente. Más tarde, Zelenski publicó una foto de ambos frente a las banderas de sus países.
En un comunicado de la Casa Blanca, Biden indicó que estaba en Kyiv para reafirmar el «compromiso inquebrantable de EE UU con la democracia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania». Hablando en Kyiv, afirmó que la guerra de agresión de Putin se dirigía a la derrota. «Putin pensó que Ucrania era débil y que Occidente estaba dividido. Pensó que podría sobrevivirnos. No creo que piense eso ahora», aseguró.
Biden también recordó la conversación que mantuvo con Zelenski el primer día de la invasión, cuando los aviones rusos estaban en el aire y los tanques cruzaban la frontera. Reveló que el líder ucraniano le dijo que no sabía cuándo podrían volver a hablar, ya que se escucharon los sonidos de las explosiones. Según el presidente estadounidense, el mundo estaba «literalmente preparándose para la caída de Kyiv». «Un año después, Kyiv está en pie. Y Ucrania está en pie. La democracia está en pie. Los estadounidenses están con ustedes y el mundo está con ustedes», dijo el líder de EE UU.
Su asesor de Seguridad Nacional, Jack Sullivan, explicó que Biden habló con Zelenski sobre las perspectivas en el campo de batalla, sobre lo que necesita Ucrania y sus oportunidades para lograr el éxito. También se ha discutido la próxima sesión de la Asamblea General de la ONU, así como el plan de paz de Ucrania y los esfuerzos destinados a asegurar el apoyo internacional para «una paz justa, estable y duradera» basada en los principios de la Carta de la ONU, cuyos principales son «soberanía e integridad territorial».
Sullivan no reveló si los presidentes discutieron explícitamente el tipo de equipo militar que Ucrania espera que pueda ayudar a romper el punto muerto en el campo de batalla, como los aviones de combate F-16. El nuevo paquete de ayuda militar, anunciado por Biden, se centrará en llevar municiones muy necesarias para la artillería ucraniana en medio de la ofensiva rusa que se desarrolla en el este del país.
«También discutimos el tema de las armas de largo alcance y las armas que aún pueden enviarse a Ucrania y que no estaban allí antes», reveló Zelenski. El presidente de Ucrania agradeció a EE UU por aceptar proporcionar tanques Abrams, sistemas de defensa aérea Patriot y otras armas, pero agregó que Kyiv necesitaba más.
Aun así, Zelenski afirmó que la conversación fue muy «fructífera, muy importante y muy decisiva», agregando que su resultado ciertamente tendrá un impacto en el campo de batalla. Se refirió a la visita de Biden, la primera de un presidente estadounidense a Ucrania en 15 años, como «histórica». El viaje sorpresa del presidente de EE UU es de hecho un gran impulso moral, según Olga Tokariuk, periodista ucraniana, y demuestra que Ucrania no está sola y que ganará. A medida que continuaban llegando noticias preocupantes de grandes pérdidas desde el frente, los ucranianos necesitaban escuchar un fuerte mensaje de apoyo de sus socios.
Con todo, hubo quienes esperaban algunos anuncios aún más ambiciosos por parte de Biden y, en cambio, quedaron en gran medida decepcionados. «Desafortunadamente, no puedes cargar un arma con simbolismo. Y no llegarás así a un almacén ruso o un puesto de control a más de 85 kilómetros detrás de la línea del frente», escribió Mykola Bielieskov, analista militar ucraniano.
Si bien las armas proporcionadas por EE UU, como los obuses M777 y los lanzacohetes múltiples HIMARS, han sido fundamentales para la capacidad de Ucrania de infligir derrotas a las tropas rusas, Ucrania necesita armas de mayor alcance para interrumpir la logística rusa y quitarle el golpe a los intensos ataques rusos en las regiones de Lugansk y Donetsk.
Ucrania también espera entregas rápidas de los tanques Leopard prometidos, así como suministros estables de municiones, mientras sus tropas informan que tienen que usar las municiones disponibles con mucha moderación, lo que puede estar jugando un papel en el avance continuo de las tropas rusas cerca de Bajmut.
Es posible que las tropas rusas también necesiten ahorrar sus municiones, pero aún pueden confiar en el recurso, que tienen en abundancia, su gente. Su calidad es otro asunto, indican analistas, pero aun así, sin equipo suficiente, las tropas ucranianas se ven obligadas a pagar con sus vidas para detener a los rusos. La expectativa en Ucrania es que, al igual que con las entregas de armas anteriores, sus socios extranjeros eventualmente estarían de acuerdo con otras solicitudes del país invadido.
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