Francia no solo ha sido una revelación política sino también una revelación cultural y estética. Basta ver los comentarios en redes sobre sus vestimentas
Francia no solo ha sido una revelación política sino también una revelación cultural y estética. Basta ver los comentarios positivos y negativos sobre sus vestimentas en redes sociales.
Críticas que nos recuerdan a la del vestido de “fommy” de la primera dama; las críticas a la actriz indígena mexicana Yalitza Aparicio en su portada de Vogue y comentarios clasistas como “aunque la mona se vista de seda, mona se queda” (que también le han hecho a Francia); y el de la carismática senadora demócrata y latina Alexandria Ocasio-Cortez con su vestido “político” blanco de letras rojas “tax the rich” en el icónico Meet Gala de 2021.
Como sabemos los humanos nos comunicamos de diferentes maneras: sonidos, lenguaje corporal, colores, acciones, símbolos, la escritura misma y la ropa. Disciplinas como la semiótica, la semiología, la sociología, la antropología y la psicología han hecho al análisis de la vestimenta. Obras como El sistema de la moda de Roland Barthes, La obra lógico-semiótica de Charles Peirce, Sobre la aventura. Ensayos de estética de Georg Simmel y La Semiótica de la cultura y el concepto de texto de Iuri Lotman nos dan luces al respecto.
En el caso de Francia hay mucho por decir:
Qué ha representado el cuerpo negro desde la explotación de África, de sus gentes y recursos, por parte de los imperios europeos: Un cuerpo asesinado, ultrajado, sometido, domesticado, esclavizado. Un cuerpo con doble significado: por un lado, rechazo por su color y fisionomía, ciudadanos de segunda, tercera categoría o no ciudadanos, despojados de sus derechos más básicos. Por otro lado, para los esclavistas un alto valor: un cuerpo fuerte, resistente y apto para el arduo trabajo. Los cuerpos negros reemplazaron a los cuerpos indígenas y en el caso de los EE. UU. fueron los que construyeron los nuevos pueblos y ciudades. Similar a lo que sucedió la América conquistada por el imperio español. Leer “Cómo la esclavitud ayudó a construir los cimientos de Wall Street” de la BBC https://www.bbc.com/mundo/noticias-49505613
Estos cuerpos negros llamaron fueron captados en todo su esplendor por el lente de la cineasta favorita de Hitler y una de las madres de la propagada política: Leni Riefenstahl. Leni hizo un reportaje fotográfico y fílmico a la étnica de los Nuba en Sudan desde 1962 y 1977. En su libro The Last of the Nuba hace todo un recorrido estético resaltando la belleza del cuerpo estilizado, alto, fuerte y de piel brillante de los Nuba.
La reconocida Susan Sontag haría una crítica al libro de Riefenstahl en su escrito “el fascismo fascinante” en donde compara el cuerpo de los Nuba con el ideal del cuerpo atlético de la raza aria en la Alemania nazi.
Volviendo al caso de Francia, su cuerpo está atravesado no solo con sus historias de luchas personales y sociales sino también está atravesado por otros cuerpos, en especial, el de las mayoras: madres, abuelas, tías, bisabuelas. El cuerpo negro, excluido, victimizado, discriminado se enviste y resiste con una simbología geométrica y colorida que realza la memoria y la lucha de una raza y se muestra con dignidad y orgullo.
Dimensión estética de sus vestuarios y construcción de sentido, subjetividad que da cuenta de un legado social, cultural, histórico, identitario que se remonta a las raíces africanas. De ahí su frase “soy porque somos”. En las mujeres africanas los vestidos por lo general tienen los hombros descubiertos, un patrón de tela colorido y llamativo, elegante.
El tocado es una parte importante de la ropa de las mujeres africanas dado que entre otras cosas les permite poder proteger el cabello y la cabeza del sol. Otra figura del Pacto Histórico que representa esto es Piedad Córdoba.
Colores: el amarillo. Además de realzar su color de piel, en el imaginario social el amarillo representa la felicidad y podría ser la representación de uno de sus más famosos eslóganes de campaña: “vivir sabroso”.
El rojo como en la seguridad y la tenacidad a la hora de expresar una idea, de dar un discurso.
El blanco que como ya sabemos representa la paz. Hay una referencia al color del algodón y lo que ha significado para la historia negra esclava.
Diseños: estampados, triviales, formas geométricas con significado cultural. Los diseños en Francia recuerdan a los Kitenge: tejido elaborado con una técnica llamada batik, que las mujeres envuelven alrededor del pecho, la cintura o la cabeza a modo de turbante. Es vital aquí hablar de la mente creativa detrás de esta comunicación estética y estratégica de Francia: Esteban African o Esteban Sinisterra. En el artículo: “Vestir la lucha, el territorio y la dignidad: la historia de Esteban Sinisterra, el diseñador de Francia Márquez” en https://diariocriterio.com/la-historia-del-disenador-de-francia-marquez/
Él nos cuenta sobre esto: “En las prendas también le han hecho un homenaje a la mujer de Ghana, pues el joven ha usado el tejido que tienen las canastas en las que las mujeres del país de África guardan los frutos que producen en sus tierras para luego llevarlos al mercado. El tejido se llama Kente y está compuesto de franjas”.
Al contabilizar los votos Francia portó un vestido blanco en cuadros kente que representaban los “fruto de la campaña”, la cosecha del trabajo.
Resulta curioso contrastar que estos tejidos africanos (el tejido social, unión para la fuerza, un todo), tienen gran similitud con las geometrías de los pueblos indígenas.
Las manillas en Francia son una muestra también de la representación indígena. Los Nasa en el Cauca de donde ella es oriunda. Los colores, formas geométricas y conchas rememoran a los wayú, los aruhacos, los kogi, la presencia del mar, la naturaleza. Varios de sus aretes y colares hacen alusión a árboles, el continente africano y animales.
Otro aspecto reivindicativo es el lenguaje mismo. Según cuenta el mismo Esteban, él y Francia prefieren decir “trapos” a “prendas” ya que este último concepto está envuelto por una carga semántica occidental que remite a la jerarquía socia o a las clases sociales. Ellos hacen una trasgresión del lenguaje al cambiar el imaginario instituido por uno instituyente (en palabras de Castoriadis) en el que “trapo” en su significado despectivo toma otro. Dice Esteban: “…los trapos tienen una identidad y un poderío ancestral tremendo”.
Basta ver los debates para que visualmente nos demos cuenta del impacto que resulta del contraste entre la ropa y accesorios de Francia con la vestimenta del status quo de corbata, ropa de paño y zapatos de cuero de los hombres o incuso de un discreto negro occidental de otra mujer política como Íngrid Betancourt. He ahí su mensaje cultural y reivindicativo.
La historia en común entre diseñador y candidata vicepresidencial: ambos son víctimas del conflicto, negros, jóvenes y provienen de regiones. Su relación está basada en la confianza que no sabe de jerarquía social. El hecho de que Francia no haya optado por alguna casa de modas famosa internacional o nacional y haya optado por un joven de origen humilde oriundo de un territorio como Nariño, víctima del conflicto, habla por sí solo. Francia es ahora, una tendencia estética, un sello.
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