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Corbatas, camisas blancas y abrigos de corte recto, las firmas de moda predicen un otoño/invierno en el que lo masculino y femenino se unen de manera magistral.
Pierpaolo Piccioli ha logrado, de nuevo, que uno de sus desfiles acapare todas las miradas y los comentarios del sector de la moda. En esta ocasión no ha sido por un color llamativo, ni por una nueva silueta, sino por redefinir los códigos masculinos y transformarlos en un símbolo de empoderamiento femenino.
Lo de Valentino otoño-invierno 2023/2024 es una unión magistral entre feminidad y masculinidad. Un desfile llamado Valentino Black Tie que, como su nombre presagia, tiene a la corbata negra como hilo conductor, pues aparece en todas las salidas de las modelos.
Como si del reparto de Reservoir Dogs se tratase (dejando la violencia a un lado, claramente), este accesorio parecía una extensión de sus estilismos. Parece que este clásico de Tarantino (1992), protagonizado por Harvey Keitel, Tim Roth, Steve Buscemi y Michael Madsen, y sus trajes de chaqueta oscuros con camisa blanca van a vivir una segunda juventud. Pero de una manera totalmente inesperada, pues la corbata negra se combina de manera increíble con vestidos, con faldas mini, blusas transparentes y hasta brillos y elementos joya.
Valentino ha tomado el blanco y negro como colores principales, pero añade toques rosas, llamativos verdes y, como no, el clásico rojo, seña de identidad de la maison italiana.
Cada uno de los detalles de esta colección merece ser nombrado. El clasicismo de las camisas blancas con corbatas se une a botas de estilo militar con detalles de plumas en la parte de arriba, faldas de flores creadas con cristales y faldas largas con paillettes. Como si de una nueva feminidad se tratase, la mujer enseña lo que quiere y cuando quiere. Algo que pudimos ver en otros desfiles de esta edición otoño-invierno 2023/2024 de las diferentes semanas de la moda.
En París con Saint Laurent y sus blazers de hombros marcados, faldas de tubo y esas gafas de sol grandes que aportaban un toque de misterio y femme fatale. O Givenchy, con estilismos propios de un gangster, aunque con toques femeninos.
Gucci, en Milán, ajustaba a la cintura los abrigos negros de corte masculino para crear la perfecta simbiosis entre ambos géneros.
Firmas que predicen una vuelta a estilismos con corbatas y otras piezas masculinas como abrigos largos negros o blazers de hombros marcados.